La boca seca es una afección causada por una secreción insuficiente de saliva en la boca y puede tener muchas causas. Las personas con boca seca pueden experimentar molestias y problemas de salud bucodental.
En este artículo hablaremos de las causas, los síntomas y las formas de aliviar la sequedad bucal.
Medicamentos: Muchos medicamentos recetados y de venta libre pueden provocar sequedad bucal. Medicamentos como los antidepresivos, los antihistamínicos, los tensioactivos y algunos analgésicos pueden reducir la salivación.
Enfermedades: Algunas afecciones médicas como la diabetes, las enfermedades tiroideas, el síndrome de Sjögren o el VIH/SIDA también pueden provocar sequedad de boca.
Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad pueden afectar al equilibrio hídrico del organismo y, por tanto, provocar sequedad bucal.
Tabaquismo y alcohol: El tabaquismo y el consumo de alcohol pueden aumentar la sequedad bucal.
Problemas respiratorios: Los problemas respiratorios como la congestión nasal crónica y la apnea del sueño también pueden provocar sequedad bucal.
Consumo de agua: Beber agua es una de las formas más sencillas y eficaces de aliviar la sequedad bucal. Procura beber al menos 8 vasos de agua al día.
Evite las bebidas azucaradas y con cafeína: Las bebidas azucaradas y con cafeína pueden aumentar la sequedad de boca. Puede reducir la sequedad de boca evitando este tipo de bebidas.
Utilizar una crema hidratante: Puedes hidratar tu boca por la noche utilizando un gel o spray hidratante.
Protege la salud de tus dientes y encías: La sequedad bucal puede provocar caries y otros problemas de salud bucodental. Por eso es importante mantener unos buenos hábitos de higiene bucal, como cepillarse los dientes y usar hilo dental con regularidad.
Consulta con un dentista: Si la boca seca se convierte en un problema persistente o sus síntomas empeoran, es importante consultar a un dentista o médico. Debe examinarse la presencia de una afección médica subyacente.
La sequedad bucal es una afección que puede afectar negativamente a la vida cotidiana, pero que puede controlarse tomando las medidas adecuadas. Si los síntomas persisten o empeoran, es importante consultar a un profesional sanitario.